
Las Spring Breakers son de esa generación. Son de la generación en la que Britney Spears, esa chica que empezó prometiendo virginidad en la más tópica fantasía sexual con su traje de colegiala, es un icono. Pronto decidió dejar a un lado la virginidad que nadie se creía, y acabó rapándose la cabeza, totalmente destruida. Pero se crean nuevos iconos para la generación MTV. Disney Channel los sigue fabricando como churros, aunque ahora de manera más fallida por mucho que sexualicen antes a las niñas de sus series vistiéndolas y maquillándolas como si tuvieran diez años más a pesar de tener 13 o 14. Miley Cyrus, ex chica Disney, revolucionó un poquito la red no hace mucho por la salida de su nuevo vídeo bastante subidito de tono, aunque no es el primer escándalo que tiene de este tipo.
Música, sexo, alcohol, jóvenes, fiesta. Spring Breakers es meterte esta generación MTV en vena, sin censurar pezones. Hasta tenemos al blanco de turno jugando a ser un gangsta nigga, que cree que está viviendo el sueño americano: dinero, armas, chicas, los caprichos horteras que quiere, poder. Parece que no existan más aspiraciones que emborracharse y cogerse la del siglo. Desfasar, igual que hacían en Kids, sin pensar en las consecuencias, sin pensar en un mañana, sin pensar en nada. ¿Qué futuro nos espera si los jóvenes están así? Pues no sé, pero es una pregunta que también te haces cuando ves ciertas cosas en la televisión, en la calle. Spring Breakers no da respuestas, ni esperanza.
Hazlo como si fuera un videojuego, dice una de las chicas. Y juegan, y se divierten, ¿y qué consiguen? Nada. Que la diversión y las risas se conviertan en lágrimas, y comience a haber peligro. El juego parece que se les va de las manos. Es hora de volver a la realidad, abandonar la partida y ver que eso no lleva a ninguna parte. O seguir jugando, hasta el extremo, hasta la parte más oscura, hasta que tal vez no haya vuelta atrás. Tomar las riendas del juego, aunque parecieras un jugador de apoyo controlado que todavía tiene que aprender a moverse.

Puedes dejarte llevar por el juego de Spring Breakers, o puede repugnarte su juego. Spring break, spring break forever, bitches.
PD: Ni se os ocurra verla doblada. Lo que le han hecho a James Franco, que parece un pseudo Dani Martín macarra cutre, es de cárcel. Y otras cosas como traducir a veces Spring Break como "Semana Santa". Y supongo que más horrores que destrozan la película, con el trailer en castellano ya me han dado ganas de llorar.